No existe pareja en el mundo que por mucho que se quieran no hayan tenido un conflicto. El amor que se tienen a veces puede sufrir una especie de enajenación transitoria en la que se puede ver a la pareja como el mayor de los enemigos.
El ego, esa voz que nunca calla puede cambiar nuestra percepción de la otra persona y lo que antes veíamos como un ángel ahora verlo como un demonio. Por tanto tengamos en cuenta estos consejos para poder afrontar un conflicto de forma constructiva y no solo para que no se erosione la relación sino aprovechar el conflicto para crecer en esa relación que de todas, todas, queremos y deseamos.
Si verdaderamente hay amor no debemos preocuparnos, pero si debemos, como dice nuestra sección, ser nuestra mejor versión ante un conflicto. Vamos con esos consejos que hemos destacado para hoy.
1. Serenarnos y después comunicarnos
Ya sabemos que la ira no es buena consejera para hacer nada. Por tanto debemos de serenarnos, contar hasta 10 como se suele decir y después comunicarnos con la mayor tranquilidad posible.
De esta forma vamos a evitar decir algo de lo que nos podamos arrepentir, además en un estado de exaltación ni siquiera podemos pensar con claridad para decir algo que nos ayude a salir del conflicto.
2. Dudar de la intencionalidad de lo que produce el conflicto.
Todos cometemos fallos, podemos hacer incluso algo que pueda herir y mucho a nuestra pareja, pero deberíamos de poner en cuarentena la intencionalidad de ese hecho. Si realmente es nuestra pareja y estamos hablando de una relación de amor real, ¿no crees que lo normal es que no haya intencionalidad en lo que ha ocurrido?
Puede ser por un egoísmo inconsciente, por ignorancia, por falta de empatía, pero seguro que no por una intencionalidad voluntaria con el ánimo de hacer daño. Por tanto duda de la intencionalidad voluntaria de antemano y espera las justificaciones.
3. Exponer lo que sientes, con honestidad
Es el momento de exponer lo que sientes para hacer ver a tu pareja lo que te ha hecho daño, no con el ánimo de echar lecha al conflicto sino con la idea de que la otra persona entienda claramente como nos sentimos y por qué nos sentimos así.
Cuéntale por que te duele el corazón, no olvides que es tu pareja esa que quieres y que antes de ayer no entendías la vida sin ella. Haz que esto se note.
4. No gritar
Los gritos avivan el conflicto pero además produce dos cosas como reacción inmediata. Por un lado seguramente harás que grite la otra persona también, esto imposibilita sobremanera la comunicación. Por otro lado va a despertar en el otro justificaciones espontaneas que van a impedir entrar en el fondo del asunto para su solución. Por gritar no vas a llevar más razón. Además toma consciencia que es una falta de respeto y eso nunca ayuda en nada.
5. Asumir responsabilidades personales
Dejemos a un lado los argumentos fáciles que nos proporciona las justificaciones del ego. “Me sacaste de mis casillas”, “sabes cómo me pongo cuando ocurre tal cosa”, etc. No podemos justificar lo injustificable, controlar nuestras emociones y nuestras conductas determinadas es nuestra responsabilidad. Nada que haga la otra parte justifica una conducta inapropiada por nuestra parte. No olvides esto.
6. Evita los roles de víctima y verdugo
No intentes trazar una estrategia de hacer ver que eres una víctima y que la otra parte es el verdugo. No te va a servir esto para arreglar el conflicto. Si la otra parte se equivocó se dará cuenta sin necesidad de que victimices más de la cuenta la situación. Si afrontas el dialogo desde un rol de iguales evitando la víctima y el verdugo podrás exponer la verdadera situación para la resolución del conflicto.
7. Escuchar en silencio
Escuchar en silencio te va a permitir poner atención en lo que te argumentan, así como escuchar lo que tu voz interior te cuenta. No interrumpas ninguna de las dos conversaciones.
No interrumpir a la otra persona evita tensiones innecesarias además de no permitir que te cuente lo que te quiere y debe contar.
8. Enfocarte hacia las soluciones
Esto no se trata de que uno gane y el otro pierda. Esto se trata de tener una conversación constructiva para crecer, para aprender de los errores sean los que sean y para arreglar el conflicto. Por tanto enfócate en las soluciones para que salgáis ganando los dos.
9. Entra en el pasado solo para aprender.
Si vas a dar un paseo con tu conversación por el pasado hazlo solo con la intención de aprender de aquello que ocurrió y no para intentar causar culpa en la otra persona. Se aprende de los errores utiliza tu viaje coloquial al pasado para eso, pero para nada más.
10. Evita las amenazas y los chantajes.
“La próxima vez me iré de casa” “es la última vez que te permito tal cosa” afirmaciones así no sirven para nada entre otras cosas porque la mayoría de las veces son mentira. No valen las amenazas y los chantajes para arreglar un conflicto eso es solo una herida mal curada que en cualquier momento se puede infestar. La heridas se curan de dentro hacia afuera y no al contrario. Construye desde el corazón para arreglar lo ocurrido. El corazón es el mejor aliado para resolver conflictos, sobre todo si estos son de parejas.
Llénate de talante, de voluntad, de sinceridad y de amor y todo se solucionará sin lugar a dudas.