A veces resulta muy difícil cambiar los patrones de pensamiento debido a que desde niños nos han inculcado unas creencias erróneas que nos llevan irremediablemente a esos patrones que ahora de mayores queremos cambiar.
Por ejemplo, nos han inculcado desde niños en casa y en el colegio que fallar es algo malo, y no solo algo malo, sino que es nada más y nada menos que fracasar.
Con estas creencias, con estas ideas inculcadas en nuestra mente desde siempre, está presente el miedo a fallar, el miedo a hacer el ridículo, el miedo a que hablen de ese fallo, etcétera.
Cuando tengo este miedo opto por la opción fácil, la de quedarme quieto, la de no hacer nada como solución para no fallar, la de pasar desapercibido para no ser el foco de atención de un posible fallo en algo.
Los coach hablamos continuamente de ese espacio denominado “la zona de confort”. Estos posibles fallos a los que tenemos miedo están fuera de nuestra zona de confort, pero fuera de nuestra zona de confort también están nuestros deseos, nuestros sueños, nuestro crecimiento, nuestra evolución.
Como todas las cosas en la vida, podemos hacer el ejercicio de un cabio de percepción. Hoy voy a intentar daros otra percepción con respecto al rechazo para cambiar esas falsas creencias inculcadas a las que hacía alusión al comienzo del post.
Son solo tres puntos que te va a ayudar a perder el miedo al rechazo. Reflexiona sobre ellos porque merecerá la pena.
Fallar no es fracasar.
Como ya hemos explicado antes nos enseñaron a que fallar es malo. Nos enseñaron que el fallo se produce porque no somos lo suficientemente buenos en algo, porque no damos la talla o porque no somos tan inteligentes como necesitamos ser, o mejor dicho nos exigen ser.
La percepción que quiero mostrarte sobre el fallo, es la de que el fallo solo es una fase más de tu aprendizaje. Cuanto más fallamos más aprendemos. Creo que todos estamos de acuerdo que se aprende más de los fallos que de los éxitos. Los fallos nos muestran lecciones que el éxito nos oculta. El éxito nos endiosa gracias a nuestro siempre presente ego, pero el fallo nos da un bocado de realidad que nos hace aprender la lección.
Solo hay una forma de fallar y fracasar. La forma de fallar y fracasar es abandonando lo que estábamos haciendo. El fracaso solo se plasma con el abandono. Todo lo demás es aprender una lección más hacia nuestros objetivos.
Cuantos más fallos cometamos mas cerca estamos de conseguir eso que queremos conseguir.
Hazle caso a las estadísticas.
Es cierto que las estadísticas a veces pueden interpretarse de manera que den uno u otro resultado. Pero quiero que utilices las estadísticas para que cada vez que sufras un rechazo entiendas que estás más cerca de conseguir una aceptación.
Tomar esta percepción para los vendedores o comerciales es fundamental. Las empresas, los vendedores tienen sus estadísticas y saben que por ejemplo consiguen hacer dos ventas de cada diez visitas.
Si por ejemplo has realizado 5 visitas y no has conseguido ninguna venta ya sabes que dentro de las 5 visitas siguientes seguramente al menos habrá dos ventas.
Lo que verdaderamente nos enseñan los vendedores es que se debe de estar preparado para el rechazo del cliente, pero ese rechazo no puede hacer que dejemos el trabajo y que no visitemos ningún cliente más.
Por otro lado, debemos utilizar ese rechazo para analizar cómo podemos conseguir que no nos rechacen, pensar en áreas para mejorar, pensar en definitiva en cómo ser más atractivos ante la otra persona para que la próxima vez consigamos ser aceptados.
La crítica es la palanca que te fortalece.
Tenemos miedo a las críticas, a lo que digan de nosotros los demás. Esto lo venimos arrastrando desde pequeños como comentaba al principio de este post.
Aceptar la crítica es un ejercicio de gran ayuda, ya que nos hará mejorar. Por eso es fundamental entender la crítica como esa palanca que nos fortalece, esa palanca que va perfeccionando nuestras acciones para ser mejores día a día.
Con respecto a este asunto de las críticas es importante distinguir lo que es una crítica constructiva que nos ayuda a ser mejor y lo que es una crítica sin criterio y que solo las emiten algunas personas con el ánimo de hacer daño, o como forma de expresar su frustración por no ser ellos los protagonistas de los actos que curiosamente critican.
Cuando ocurre esto siempre me acuerdo de una frase de Steve Jobs el fundador de Apple, Steve Jobs decía; “Nunca serás criticado por alguien que haga más que tú”. Y es verdad, las críticas siempre vienen de gente que hace menos que tú o directamente de gente que no hace nada y que justifican su inoperancia despreciando lo que hacen los demás.
Por tanto, queridos amigos utilicemos las críticas como algo para crecer, pero nunca para derrumbarnos. Nunca cometas la torpeza de dar demasiada importancia a la opinión de una persona que quizás sepa aún menos que nosotros de lo que habla.
¡Queridos amigos del blog!, no temamos al rechazo, no dejemos tampoco de hacer cosas por temor a un rechazo o a lo que digan los demás. Confía en tus posibilidades y comprométete con tu estrategia para conseguir tus objetivos. Sal de tu zona de confort para conquistar nuevos territorios. Recuerda que en estos nuevos territorios inexplorados es donde están todas las cosas que deseas y aun no tienes.
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