Un día más vamos a intentar en este blog dar algunos consejos para ser una mejor versión. Ya sabes que en este blog intentamos ayudarte a crecer y evolucionar en el plano personal, profesional y espiritual.
Desarrollarte y crecer en estas 3 áreas sin duda es el mejor equilibrio y la mejor forma de convertirte en esa persona que deseas, esa que consigue todos aquellos objetivos que pasan por tu cabeza y que desde tu punto de vista haría tu vida un poquito mejor y seguramente con algo más de felicidad.
El concepto que vamos a tratar hoy, es un concepto que desarrollándolo podrás crecer en esas tres áreas a la que hacia referencia. El área personal, profesional y espiritual. Hoy vamos a hablar de la disciplina, esa herramienta que tienen en común todas aquellas personas que han tenido éxito en aquello en lo que han destacado.
El poder y los frutos de la disciplina es imaginable por todos, pero… ¿Cómo podemos ser más disciplinados y no abandonar nuestros hábitos a la primera de cambio?
Aplica estos 5 consejos y seguro que te van a ayudar a ser una persona más disciplinada y acercarte mucho más a esa persona que quieres llegar a ser.
Sintetiza.
Como en todas las cosas en la vida, en esto de la disciplina tampoco podemos generalizar. Por tanto no podemos pensar que somos indisciplinados en todo lo que hacemos.
Seguro que hay áreas en la que somos muy disciplinados, probablemente será porque es algo que nos gusta o nos apasiona, con lo que la disciplina en esa área concreta la cumplimos prácticamente sin esfuerzo.
Por tanto vamos a sintetizar y vamos a buscar esa área en el que no somos disciplinados. Este simple hecho va a hacer cambiar tu mentalidad. Voy a dejar de pensar que soy una persona indisciplinada de forma general, para tomar consciencia de que soy una persona disciplinada en muchas cosas y que debo de mejorar mi disciplina en algunas otras.
Piensa en lo que puedes perder.
Los seres humanos valoramos mucho más las cosas que perdemos, que las que deseamos. Por eso, al no valorar tanto esas cosas que no hemos tenido inconscientemente vamos postergando esos hábitos que sabemos que realizándolos de forma disciplinada nos llevarían a ellas.
Por eso es importante cambiar el prisma y el enfoque que estamos dando. Debemos de analizar qué nos estamos perdiendo o que daño nos ocasiona no ir en firme a conseguir algo. Aquí entramos en el poder positivo que nos puede dar el miedo.
Vamos a poner un ejemplo; Supongamos una persona que quiere perder peso y que tiene que ser disciplinada en su alimentación y en su ejercicio diario. Dependiendo del enfoque que le dé a su objetivo va a tener una mayor motivación y disciplina para conseguirlo. No va a ser lo mismo pensar que su sobrepeso no le ayuda a estar guapo ante los demás, que pensar que su sobrepeso puede derivar en problemas de enfermedades como diabetes, colesterol, insuficiencia respiratoria, arteriosclerosis, etc. El miedo esta vez y sin que sirva de precedente puede ser la palanca que necesitamos.
Da el primer paso.
Todas las cosas que necesitamos en la vida empiezan con el inicio de una acción. La disciplina se plasma cuando corroboramos el inicio de un hábito y tenemos la voluntad de seguir con dicho hábito.
Para poder crear hábitos hay un hecho indiscutible que fue el hecho de la primera vez, el hecho del inicio de la acción.
El hábito y la motivación hacia algo comienza con esa primera acción. La disciplina es el beneficio colateral que percibimos en nuestra vida como fruto a la repetición de todos esos hábitos.
Sigue tu evolución.
Si hacemos algo para conseguir ese objetivo que anhelamos y no somos conscientes de una mejora o evolución podemos perder la motivación. Por eso es fundamental saber dónde estamos en ese camino al objetivo.
Saber dónde estamos nos va a permitir tener perspectiva de hasta donde hemos llegado. Como último consejo ante este punto, comentar que enfoquemos en todo lo que hemos avanzado y no en todo lo que nos queda aún. Hacer esto nos va a ayudar a tener una mentalidad positiva para afrontar esa travesía que supone luchar por aquello que quieres.
Rétate en público.
Retarte en público es el último consejo de hoy. Por desgracia las personas nos da más vergüenza fallar a los demás que a nosotros mismo, entre otras muchas cosas, es por eso que hemos hablado muchas veces de la preocupación que tememos al rechazo y a que hablen de nosotros.
Pues bien, vamos a utilizar esto como una palanca para conseguir no abandonar en nuestros hábitos y en nuestra disciplina. La forma es retarse en público, comentar a los demás que vas a ser disciplinado en hacer algo deforma periódica y tener que demostrarlo va a ser como decía la palanca para no fallar.
Sigamos con el ejemplo de perder peso. Si una persona se reta en público y asume el compromiso de publicar todos los viernes en sus redes sociales una foto subido en la báscula en la que se vea el peso, estoy seguro de que por el miedo a lo que digan con respecto a su reto va a tener más motivación que si no lo hiciera y su reto fuese con él mismo. Por eso, te recomiendo que busques un reto y lo comentes públicamente para que cuando tus ganas de abandonar lleguen, porque siempre llegan, seas capaz de tener la fortaleza de seguir adelante, aunque sea por el simple hecho de no querer fallar a esas terceras personas a las que comentaste tu reto.
Queridos amigos, como todas las cosas la disciplina se entrena y se adquiere. Utiliza estos 5 consejos como palanca porque estoy seguro de que serán de gran ayuda para conseguir esa disciplina que necesitas para conseguir ese reto que está ahora mismo en tu cabeza.
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