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5 DISFUNCIONES DE LOS EQUIPOS DE TRABAJO Y LAS FAMILIAS

El post de esta semana está inspirado en el fantástico libro de Patrick Lencioni, titulado Las cinco disfunciones de un equipo. Aunque estas cinco disfunciones están pensadas para ayudar a hacer mejores los equipos de trabajo como casi todas las cosas estos 5 consejos los podemos extrapolar a otras facetas de la vida, por ejemplo la faceta familiar. Por tanto vamos a desmembrar estas 5 disfunciones, porque tomar consciencia de ellas te puede ser de gran ayuda.

Las 5 disfunciones que nos muestra el gran Patrick Lencioni son;

 

Falta de confianza

En los equipos de trabajo la falta de confianza es un lastre que impide por completo el desarrollo y consecución de objetivos de los equipos. La falta de confianza tiene por regla general un jefe, ( y digo jefe y no líder) que desconfía de los miembros de su equipo. Esa falta de confianza en primer lugar limita la autonomía y la creatividad de los miembros por la causa de ese jefe (el desconfiado) que supervisa, buscando el fallo o el fraude por esa falta de confianza a la que hacemos alusión.

En esas circunstancias el sentir de los miembros del equipo es de control y acoso a cada cosa que hace, con lo que se da lugar al miedo a fallar. Ese miedo al fallo acarrea la consecuencia de a no dar más de lo que se le exige. Digamos que van cumplir en vez de ir a darlo todo.

Pongamos ahora el ejemplo en el ámbito familiar, ¿qué ocurre cuando uno de los miembros de la pareja desconfía del otro?. En primer lugar que sufre mucho por algo que no ha ocurrido pero que piensa que va a ocurrir, en segundo lugar como expresábamos con los miembros de un equipo provoca en el miembro de la pareja del cual se desconfía una sensación de control y acoso que termina dinamitando la relación.

Confiemos en todas las facetas de la vida, si nos equivocamos y confiamos en alguien o en algo que nos sale “rana” la decepción del descubrimiento durará un segundo. Si desconfiamos previamente sobre todo y todos, durará toda la vida. No olvides que la desconfianza es sinónimo de infelicidad, por tanto permítete ser feliz y no desconfíes por cosas que seguramente jamás ocurran.

 

Miedo al conflicto

En los equipos de trabajo es algo que limita el desarrollo y el funcionamiento eficiente del mismo. El no plantear conversaciones de las que yo denomino “cruciales” hace que por miedo a crear un conflicto no se soluciones los problemas que hay que solucionar. Por tanto afrontemos las conversaciones necesarias para corregir errores y para mejorar los equipos de trabajo.

En la familia ocurre exactamente lo mismo, ¿cuántas veces no afrontamos una conversación sobre algo que nos molesta de la otra persona?. Creo escuchar la respuesta “Muchas”, y el mayor problema no está en no afrontarla, el mayor problema está en que esa conversación que no se afronta se convierte en un monologo en nuestra cabeza, que nos machaca…< no soporto tal cosa… se cree que soy tonto/a… Tenía que haberle dicho…> etc.

No nos machaquemos con un monologo de nuestra voz interna del ego en nuestra cabeza, afrontemos las conversaciones cruciales porque es la única forma de corregir errores y de no sufrir por todo aquello que no nos gusta.

Es muy importante saber afrontar esas conversaciones cruciales, pero esto da para otra entrada en el blog y además ya lo hemos hablado en otro post búscalo para que esa conversación sea un éxito.

 

Falta de compromiso.

Cuando en un equipo de trabajo uno de los miembros tiene falta de compromiso, y habiendo intentado por parte del líder que esta persona lo adquiera y no haberlo conseguido, por desgracia lo que suele ocurrir es que esa persona con falta de compromiso abandona el equipo, suele ser despedido. El compromiso da sentido al equipo, cada miembro sabe su aportación, también valora la aportación de los demás miembros. Cuando decae el compromiso decae el rendimiento, cuando decae el rendimiento no se cumplen los objetivos. Los miembros de un equipo saben y valoran el compromiso de los demás, por tanto estate alerta y no nos durmamos en los laureles porque podríamos quedar fuera del equipo.

En el área familiar ocurre los mismo, cuando un miembro de la familia no asume sus compromisos da lugar no solo al malestar del resto sino también a la no consecución de los objetivos, el equivalente a los objetivos en una familia es cumplir con un proyecto de vida acorde a sus valores. Cada miembro de la familia tiene una aportación y por eso es necesario el compromiso de todos los miembros.

 

Evitar la rendición de cuentas

Cuando en un equipo no se rinden cuentas se da lugar al punto anterior, es decir, a la falta de compromiso. Los miembros del equipo se relajan porque saben que nadie les va a pedir dichas cuentas sobre su desempeño. El no rendir cuentas al líder del equipo y a los demás miembros del equipo es institucionalizar la falta de compromiso. El rendir cuentas es ponerle el termómetro para ver cómo está el equipo.

En la familia, el no rendir cuenta hace que se produzca conductas anárquicas y que cada miembro de la familia vaya por libre. Rendir cuentas ayudará a cada miembro a saber cual es su aportación a la familia, rendir cuentas permite también saber cual es la dirección que llevan en ese proyecto de vida al que anteriormente hacía referencia.

 

Falta de atención a los resultados

La falta de atención a los resultados es la mejor forma de perder de vista los objetivos, los resultados nos van a facilitar el indicativo de donde estamos y donde queremos llegar. Hay equipos que no tienen los objetivos deseados porque no han analizado los resultados, no saben que hacen bien y que hacen mal. Solo hacen sin criterio, sin evaluación, así es imposible mejorar, así sólo se deja los objetivos en manos de azar

En las familias que no se pone atención a los resultados, son familias que difícilmente podrán cumplir con éxito su proyecto de vida, son familias que caen en ocasiones en la desestructuración de las mismas, son familias también que por ejemplo sufren el fracaso escolar de los hijos ya que en ningún momento dieron la suficiente importancia a los resultados académicos de estos. Hay infinidad de ejemplos de fracasos de miembros de una familia que se dieron por no haber tenido la suficiente atención a los resultados que se mostraban en cada momento. Por tanto pongamos atención a los resultados porque es fundamental para el éxito en cualquier ámbito.

Así como en este post he mostrado las similitudes entre los equipos de trabajo y las familias y son muchas, tengo que decir algo que es radicalmente diferente. Cuando un miembro de un equipo no da la talla, por falta de compromiso, por confianza, por rendición de cuentas, etc. Por regla general es despedido para buscar otro miembro que si cumpla con las características antes mencionadas. En el caso de la familia no podemos despedir como miembro de la familia a un hijo por falta de compromiso (quizás si a algún marido o alguna esposa. Pero esto es la postura fácil.) Por tanto asumamos nuestro liderazgo familiar para poder inspirar a los miembros de nuestra familia, ya que en tanto en cuanto no pueden, ni deben ser despedidos, intentemos que aporten su mejor versión a ese maravilloso proyecto del que solo se puede ser miembro por causas del destino.

Feliz semana!!!

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