Queridos amigos del blog!!!
En tiempos de redes sociales multimedia, con videos y formatos de plataformas que realmente enganchan valoro muchísimo que te hayas parado en este rincón para leer este blog de desarrollo personal y profesional. Gracias de corazón.
Un día más vamos a hablar de actitudes y comportamientos en el ámbito laboral que denotan algún tipo de característica o algún tipo de carencia, que de tomar consciencia de ella nos va a permitir mejorar y ser una mejor versión de nosotros mismos.
Hoy vamos a hablar de la madurez profesional. La característica de madurez profesional no viene dada por la edad de la persona. Existen personas de edad avanzada que siguen siendo unos inmaduros profesionalmente y existe también trabajadores jóvenes que demuestran en sus acciones diarias una madurez asombrosa.
La madurez profesional y el liderazgo de equipos son dos cualidades que están íntimamente relacionadas. Ambas van de la mano. No existe liderazgo en una persona que no tenga madurez profesional.
Por eso, hoy vamos a hablar de 5 formas de actuar en el día a día que denotan la madurez profesional.
Están 5 actitudes son;
Responsabilizarte de tus errores
Las personas que no se responsabilizan de sus errores son personas claramente inmaduras en su comportamiento profesional. Las personas inmaduras echan culpas a terceros como forma de justificar sus propios errores.
Echan culpas a sus compañeros, a sus subordinados o incluso a sus jefes con tal de no asumir un error que es propio. Es como el niño que suspende en el colegio y argumenta que el profesor le tiene manía.
Las personas maduras, las personas que lideran, asumen los errores, incluso errores que proporcionan sus equipos de trabajo. Son personas que asumen la responsabilidad en todas las circunstancias, a las duras y a las maduras.
Acepta nuevos retos
Las personas maduras profesionalmente aceptan retos. Entienden que el trabajo es evolución y avance. Entienden que las empresas que no evolucionan mueren.
Las empresas, los mercados, las sociedades evolucionan a una velocidad vertiginosa. Las personas que son conscientes de esto asumen retos y siguen montadas en el tren de la compañía. Si no asumes retos, si no eres lo suficiente maduro para querer asumirlos, te quedarás en algún momento fuera del tren. Son muchas las personas que se han quedado en un anden por no asumir los retos que se le plantearon en un determinado momento.
¡Ojo a esto! porque una vez que bajas a un andén, no resulta fácil subirte a otro tren.
Trabaja en equipo
Las personas que trabajamos en RR.HH. Leemos en todos los CVs que nos llegan la afirmación de “trabajo en equipo”. Pero la realidad es que no todas las personas saben y quieren trabajar en equipo.
El trabajo en equipo implica tener una madurez profesional y unas calidades que favorecen ese trabajo en equipo. Para el trabajo en equipo se necesitan cualidades como, dotes de comunicación, empatía, delegación, responsabilidad, etc. Todas estas cualidades denotan tu madurez profesional.
No abusar de tu posición
Si quieres saber quien es juanillo dale un carguillo, dice el refrán. Las personas inmaduras son personas que no están a la altura de las circunstancias cuando se les posiciona en un cargo de poder dentro del organigrama.
Suelen confundir el poder con la autoridad. No se dan cuanta que la autoridad te la otorgan los demás en función de tus acciones. Las personas inmaduras suelen abusar de su poder cuando se encuentran en esa posición. Las personas inmaduras pasan por las posiciones de mando sin pena ni gloria y sin aportar nada que realmente cambie a la compañía.
Lo malo es que las compañías que también son inmaduras, estos perfiles que abusan de su autoridad se convierten en acosadores laborales y encuentran en estas empresas su habitad ideal para acometer tropelías.
Confían en los demás
Por último, las personas con madurez profesional son personas que confían en los demás. Principalmente porque en su cabeza está el enfoque en las cualidades y no en los defectos. Las personas que desconfían son personas inseguras y por tanto inmaduras.
Las personas maduras profesionalmente saben y evalúan a quién otorgan determinadas tareas a priori. Una vez que las otorgan confían en su buen hacer.
Si desconfías en el trabajo que va a realizar un colaborador, el fallo no será del colaborador sino de la persona que le ha confiado esos trabajos a priori. Esta reflexión está íntimamente ligada al punto anteriormente tratado de la responsabilidad.
Queridos amigos del blog!
La madurez profesional la marcan actitudes como las que hoy hemos comentado. No hay realización profesional sin madurez profesional. Reflexiona sobre estas 5 cualidades que hoy hemos hablado y evalúa tambien cual es tu grado de aplicación de las mismas.
Como comentaba en la introducción hay personas que llegan a la jubilación sin haber madurado profesionalmente, a su vez hay personas jóvenes que son muy maduras y que asumen el liderazgo de equipos a temprana edad.
La madurez implica talento y talante, por tanto, quiero dar un último mensaje importante para terminar. Sólo desde la madurez profesional se puede alcanzar la felicidad laboral.
Feliz semana!!!