Hace unos meses tuve un cliente en el gabinete que vino a mi porque había entrado en una empresa nuevo y después de tres meses no se relacionaba con nadie. Se sentía aislado, se sentía que no era capaz de crear vínculos con los compañeros de trabajo y esto tenía muy mermada su autoestima y su posición dentro de esa empresa.
Estuvimos analizando la situación, analizamos la empresa, el perfil de los compañeros y la forma de ser y de actuar de mi cliente. Y por medio de esas conversaciones descubrimos que su forma de relacionarse en un entorno nuevo no era la más correcta.
Ayer recibí una llamada de mi cliente y son de esas llamadas en las que cobran sentido mi trabajo. Me dijo que había conseguido ser uno más del grupo, que se sentía valorado y querido y que la estrategia que planteamos dio sus frutos.
Lógicamente planteamos muchas acciones, pero sin duda las más importantes son las 6 que te muestro a continuación.
Hay que ser un buen oyente.
Lo hemos comentado muchas veces pero escuchar a las demás personas es fundamental. Lo primero porque denotas un interés por lo que están contando, lo segundo porque te ayudará a conocerlas, saber sus gustos, sus inquietudes, sus aficiones, etc.
Cuanto más conoces a las personas más podrás empatizar con sus gustos. Cuanto más seas capaz de empatizar, mejor será el vínculo que quieras crear con ella.
Hable de lo que interese a los demás.
Como al llegar a este consejo número 2 ya habrás realizado el primero que era escuchar y conocer a la otra persona, es el momento entonces en el que podrás hablar de los temas atractivos para que te presten atención.
Si nos ponemos a hablar de lo que solo nos interesa a nosotros, no solo es posible que no le interese a nadie, sino que además es probable que huyan de nosotros para no escuchar aquello que no les interesa lo más mínimo.
Es importantísimo que si queremos entablar nuevas relaciones tengamos que hablar de aquello que le interesa a la otra persona. Quizás sea necesario que te documentes por nuevos temas. Matarás dos pájaros de un tiro, conseguirás empatizar y además crecerás intelectualmente al aprender algo nuevo de lo que a lo mejor no tenías ni idea ni nunca te había interesado.
Haga que la otra persona se sienta importante.
Al decir que hagamos que la otra persona se sienta importante no se trata ni de mentir ni de hacer la pelota, pero si se trata de que elogiemos cualquier virtud si se da el caso y por otro lado que le preguntemos sobre todo aquello que sabe o que le guste contar.
A las personas nos gusta contar nuestras vivencias, nuestros logros, nuestras anécdotas, si les brindamos la oportunidad de que lo cuenten les posibilitaremos un protagonismo que a casi todo el mundo le gusta. A eso me refiero con hacerlos sentir importante.
Diríjase siempre por su nombre.
Dirigirse a una persona por su nombre es una forma de empatizar desde el minuto cero. Cuando la otra persona escucha su nombre de nuestra boca, toma consciencia de que esas palabras van dirigidas exclusivamente para ella.
Salvo raras excepciones a todo el mundo nos gusta nuestro nombre, y nos encanta que sea pronunciado por otros, sobre todo si es para elogiarnos o resaltar alguna virtud.
Prueba desde hoy mismo intentar pronunciar el nombre con la persona a la que te diriges, notarás que su predisposición a escucharte es mucho mejor.
Muestra un interés sincero.
Por favor, no se trata de fingir. Se supone que queremos estrechar vínculos con otras personas por tanto mostremos un interés sincero. No ser sincero en el interés se nota y es peor aún que no mostrarlo.
Interesarnos por los demás a parte de mostrar que eres una persona con la que vale la pena relacionarse, es una forma natural de poder estrechar el vínculo que buscamos.
Sonríe en el cruce de miradas
Hemos hablado muchas veces sobre el poder de la sonrisa, dirigiste a alguien con una sonrisa abre de par en par la puerta de la predisposición de la otra persona. Su subconsciente se relaja, no estará a la defensiva, sabe que vienes en son de paz.
La pandemia nos ha limitado mucho el poder de la sonrisa. Para los que sonreímos continuamente vemos limitada esta expresión por culpa de la mascarilla. Pero también he descubierto que hay personas que son capaces de trasmitir su sonrisa con una gran expresividad de los ojos y de la mirada. Esto creo que nos está ayudando a poner un mayor esfuerzo por entender cual es el estado de ánimo de las demás personas.
¡Compruébenlo! Intenten esta semana adivinar si la otra persona con la que interactuar esta sonriendo o no. Van a descubrir su sonrisa por medio de sus ojos.
Queridos amigos, estos seis consejos y algunos más sirvieron a mi cliente para poder aprender a relacionarse con aquellos nuevos compañeros de trabajo con los que en tres meses no había logrado conectar.
Terminaré con una frase que es un mantra en mi filosofía de vida, por eso podrás encontrarla en mi web “la calidad de nuestras vida depende de la calidad de nuestras relaciones”, debemos de aprender a relacionarnos de forma eficaz y esto es algo que nadie nos enseñó nunca. Saber relacionarse te posibilita el éxito en cualquier área de tu vida bien sea personal o profesional.
Feliz semana y pongan mucha atención a sus relaciones!!!!
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