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6 posibles motivos que pueden derivar en un acoso laboral.

Queridos amigos del blog!!
¿El acosador laboral nace o se hace?, esta es una pregunta que muchas personas ajenas a este mundo o a esta problemática del acoso laboral se pueden formular en algún momento. ¿Un acosador es simplemente una persona mala o hay algo más? ¿por qué existen casos de acoso?
Para que exista un acoso laboral debe de existir al menos dos actores, una persona acosadora y una persona víctima del acoso. En todo acoso también hay lo que yo denomino los colaboradores y circunstancias necesarias; Compañeros o mandos que miran para otro lado ante el acoso, normalmente por miedo, culturas tóxicas que fomentan y arropan el acoso, directivos torpes y con falta de liderazgo, y personas con conductas narcisistas y psicopáticas.
Hay personas que acosan a otras porque no son conscientes del daño que hacen. Simplemente copian patrones de conductas de un superior acosador y creen que esa es la forma de mandar. Por ejemplo, gente joven que entran en una empresa y que entienden esa cultura tóxica que viven como lo normal. Hay empresas que son verdaderas escuelas de acosadores.
Por todo esto que cuento, aunque las razones detrás del acoso laboral pueden ser diversas y a veces no tan evidentes, es importante comprender algunos de los motivos más comunes que impulsan a los directivos a ejercer presión sobre sus empleados. Hoy enumeramos algunas de las razones más frecuentes:

1.- Presión de los superiores:
Los directivos suelen estar sujetos a la presión de sus propios superiores. Esta presión puede transmitirse a sus colaboradores, generando un ambiente tenso dentro del equipo. En ocasiones, esta tensión puede afectar a todo un departamento, aunque también puede manifestarse en la búsqueda de una «víctima» para desahogarse.
Toda su frustración la focaliza en una víctima que se convierte en el chivo expiatorio en el que recae toda su ira y malicia.

2.- Búsqueda de poder:
Al ascender dentro de la empresa, algunos directivos pueden aprovechar su nueva posición para aumentar su influencia. La sensación de poder, en ocasiones puede llevarlos a ejercer presión sobre sus subordinados como medio para seguir progresando en la organización.
Son personas que confunden el poder con la autoridad, y también son personas mediocres que pretenden imponerse a sus subordinados por medio de la fuerza en vez de por medio del liderazgo.

3.- Incompatibilidad personal:
A veces, los directivos simplemente no se llevan bien con ciertos empleados. Esta incompatibilidad puede deberse a diversas razones, como diferencias en la educación, el estilo de vida o la personalidad. Sin embargo, en algunos casos, la antipatía puede surgir sin una causa específica.
En ningún caso puede estar justificada una conducta de acoso. Hay personas complicadas difíciles de llevar, que buscan la polémica y se sienten cómodas en el enfrentamiento y el pulso continuo. Pero ante este tipo de personas hay muchas formas o decisiones que pueden poner fin a esta guerra o conflicto. Pero nunca puede ser el acoso una opción.

4.- Dificultades organizativas:
Cuando surgen problemas en la organización de la empresa, los directivos pueden buscar chivos expiatorios en lugar de abordar los problemas de fondo. El acoso puede convertirse en una forma de eludir responsabilidades y mantener el control.
Este es el típico acoso ocasionado por la mediocridad del jefe. Son personas que tienen una actitud a la defensiva ante sus superiores y focalizan su día a día en buscar culpables en vez de buscar soluciones. Esos culpables los buscan lógicamente entre sus colaboradores ¡ahí surge el acoso!

5.- Miedo a perder el control:
Algunos directivos temen perder su autoridad si se acercan demasiado a sus empleados. Este temor puede llevarlos a alejarse y aislarse, lo que a su vez puede generar desconfianza en el equipo. La percepción de resistencia por parte de los empleados puede intensificar este miedo y desencadenar reacciones desproporcionadas.
En estos casos el acosador es consciente de que no da la talla para el puesto en el que está e intenta dirigir a la desesperada por medio del poder que le otorga el puesto, la falta de empatía e incluso las malas prácticas. Cuanto más de menos hace sentir a sus colaboradores más grande se siente el acosador o acosadora.

6.- Preocupación por la imagen personal:
Los jefes, al igual que cualquier persona, desean ser bien vistos por quienes los rodean. El temor a ser juzgados negativamente por sus subordinados puede llevar a los directivos a adoptar comportamientos autoritarios o manipuladores para mantener una imagen favorable.
Esta es la principal preocupación de las personas narcisistas. Su imagen, su puesto, el quedar bien con los superiores, con la opinión pública, etc. Se sienten superior a todo el mundo, pero la vida le muestra espejos distintos, colaboradores con más talento, con más carisma, etc.. Estos subordinados es un bofetón de realidad que no toleran. Como no lo toleran intentan desmerecer a esos colaboradores, con el descrédito, la humillación y todo tipo de prácticas que les haga sentirse que son superiores.
Queridos amigos del blog!!!
Entender estas razones puede ayudar a identificar y abordar el acoso laboral en el lugar de trabajo, promoviendo un ambiente laboral más saludable y productivo para todos los empleados.
Hay casos en los que no son conscientes y post como estos pueden hacerles tomar consciencia de que sus conductas están equivocadas. Hay otros casos que son conscientes y siguen en sus conductas porque para ellos el fin siempre justifica los medios. Cuando estés delante de los segundos, ¡sal corriendo! Se trata de personas con conductas psicopáticas. Contra un psicópata nunca vas a ganar, solo hay distintos grados de derrota.
Feliz semana!!!!