Con este post vamos a intentar ser una mejor versión de nosotros como parte de la pareja. Una mejora de la pareja se consigue con la mejora de cada una de las partes, cada miembro debe de intentar aportar lo mejor para que esa pareja sea mejor.
Como en todos los tipos de relaciones debemos de intentar llevarlas a buen puerto, pero en las relaciones de pareja aun con más sentido.
Es por esto que te voy a hablar de 6 venenos que matan lentamente tu relación de pareja.
Escasa comunicación.
La falta de comunicación es uno de los más comunes venenos. Cuando no mantenemos conversación con nuestra pareja existe tan solo el monologo en nuestra cabeza de nuestro ego y lejos de la aclaración de posibles confusiones que aportaría el dialogo de pareja, en nuestra cabeza habrá juicios que nuestro ego con el falso pretexto de defender nuestros intereses que dinamitarán nuestra relación.
Ante esta situación hay una solución realmente efectiva, dirígete a tu pareja y pronuncia la palabra mágica de “hablemos”.
Exigencia excesiva.
Si eres el perfeccionista de la pareja, tengo que decirte dos cosas importantes, una es que el perfeccionista es el eterno insatisfecho, o bajas tu estándar de exigencia o serás el eterno o eterna infeliz.
La segunda cosa es que debemos de sugerir para mejorar y no machacar para humillar, a veces no tenemos claro en cuál de estas dos posiciones estamos.
Comparaciones.
La comparación es otro de los comunes venenos. Las estadísticas destacan a mujer como más adicta a este tipo de veneno que el hombre. Hay que decir que la comparación es absolutamente subjetiva, es una percepción personal pero no real. Comparamos criterios fuera de contexto y sobre hechos o circunstancias en muchos casos que no son verdad.
Comparar a otras parejas por ejemplo por lo que vemos o mejor dicho por lo que creemos ver en una foto en redes sociales o un comportamiento puntual, además de no ajustarse a la realidad es un argumento que solo nos hace daño.
Intentemos no comparar, nuestro verdadero trabajo es ser mejores en nuestra relación cada día, esa es nuestra verdadera responsabilidad, lo demás es solo lucubraciones e imaginación de nuestro ego, no le demos voz en estos casos o solo sufriremos.
Disonancias emocionales.
Cada persona somos distintas a la otra, por tanto no podemos pretender ser iguales en todos los gustos, en todos los pensamientos, en todos los actos.
Pero si hay una cosa que debemos de tener en cuenta, eso de que los polos opuestos se atraen está muy bien para los imanes, pero lo dejaría en cuarentena para las parejas, si realmente queremos que esa pareja sea duradera y feliz.
Por tanto en los valores como pareja y en el proyecto también como tal, se debe de estar de acuerdo. Requiere sin duda una conversación para abordar que es lo que se espera como pareja, que proyecto en común se tiene y cuáles son los puntos en los que convergen para que el proyecto como pareja tenga sentido.
Secretismo.
Cada pareja tiene que tener su cuota de intimidad, es sano que exista, pero de ahí a que cada parte de la pareja haga su vida y que se oculten cosas importantes está denotando una falta de confianza. La confianza es la gasolina de la relación, si ella el camino en pareja se para.
Evaluemos nuestro grado de confianza porque será una buena manera de poner el termómetro a la relación.
Desequilibrio entre dar y recibir.
Debemos de tomar consciencia de cuando damos y cuanto recibimos e intentar de ser ecuánimes entre ambos parámetros. Esto nunca va a ser exactamente igual, pero deberíamos de intentar que el resultado sea lo más parecido posibles.
Una cosa importante con respecto a este veneno de pareja. Esto no se trata de dejar de dar si nuestra percepción es la de que no recibimos, esto realmente se trata de que de cada parte el máximo, sin recelo, sin comparaciones, sin reproches. Cuando cada parte da el máximo en la pareja reina la abundancia, solo cuando esto ocurre es cuando en la pareja reina la felicidad.
Feliz semana…