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7 principales motivos que te impiden delegar tareas en otras personas.

Queridos amigos del blog!!!!

Esta semana vamos a hablar de delegación y en concreto de las causas que probablemente te estén impidiendo delegar en tus colaboradores. A lo largo de mi vida profesional he coincidido con muchísimas personas que están, desbordadas de trabajo, que están con un estrés y con una ansiedad que les afecta seriamente la salud, pero que sin embargo no delegan.

¿Por qué no lo hacen? ¿no tiene mucho sentido verdad? Hoy vamos a hablar de las principales causas que nos limitan a la hora de delegar en colaboradores. La mayoría de las veces no somos conscientes de las causas que nos impiden delegar, si fuésemos conscientes probablemente venceríamos esa resistencia a la delegación.

Antes de hablar de las causas que nos limitan a delegar quisiera hacer una breve reseña de lo que no es delegar y las fases que tienen una correcta delegación. Ya hablamos de estas 4 fases en un post anterior, si te interesa puedes leerlo en este blog.

Delegar no es soltar un marrón o quitarnos una simple tarea que no nos gusta o que nos quita tiempo. Delegar es capacitar a otra persona para que puedan ejercer una tarea que necesitamos que haga. Es importante saber que delegar no nos exime de la responsabilidad del resultado.

Por eso, como no nos exime de la responsabilidad del resultado deberíamos de hacer una buena delegación y para ello deberías cumplir estas 4 fases; Yo hago tú miras, yo hago tú haces, tú haces yo miro, tú haces. Todo lo que no sea esto es soltar un marrón.

Una vez aclarado esto vamos a ver las 7 principales causas que nos limitan a la hora de delegar.

 

    1.- Falta de confianza:

Hay gerentes o líderes que se resisten a delegar tareas porque no confían en que sus subordinados puedan realizarlas correctamente. Esto puede deberse a una falta de experiencia previa con el desempeño de esas personas o a un temor a que las tareas no se completen según los estándares deseados.

Esta resistencia se vencería fácilmente si simplemente se delegara tal como he indicado en la introducción del post.

    2.- Perfeccionismo:

Algunos líderes tienen estándares muy altos y tienen dificultad para confiar en que otros puedan cumplir con esas expectativas. Prefieren realizar ellos mismos las tareas para asegurarse de que se hagan de la manera «correcta».

Principalmente tienen la creencia errónea de que nadie lo hace también como ellos mismos. No quieren enseñar a hacerlo, y si no le enseñas seguro que será así como piensan.

    3.- Miedo a perder el control:

La delegación implica ceder parte del control sobre las tareas y proyectos. Algunos líderes temen que, al delegar, pierdan el control sobre los resultados y la dirección general del trabajo.

También es incluso miedo a perder el protagonismo y cederlo a otras personas. Por último, porqué no decirlo, es miedo también a no ser imprescindibles.

 

    4.- Preocupaciones sobre la capacitación:

Delegar tareas requiere tiempo y esfuerzo para capacitar a los empleados adecuadamente. Así lo indicaba en la introducción del post. Algunos líderes pueden resistirse a delegar debido a la percepción de que esto requerirá una inversión significativa de tiempo y recursos que no están dispuestos a hacer.

Lo que no son capaces de darse cuenta es que no se trata de perder tiempo, se trata de invertirlo en enseñar para el beneficio de poder tener más tiempo más adelante y dedicarlo a otras cosas.

 

    5.- Temor a la competencia:

Algunos mandos sienten amenazada su posición si empoderan demasiado a sus subordinados. Pueden temer que, al delegar tareas importantes, otros puedan sobresalir y, eventualmente, tomar su lugar.

Esa es la diferencia entre un líder o un mal jefe. El líder inspira y empodera a sus colaboradores porque sabe que cuanto mas crezca su equipo más crece él. Un mal jefe enfoca en su mediocridad y teme perder el puesto.

 

    6.- Falta de claridad en los roles y responsabilidades:

Cuando los jefes no quieren asumir la responsabilidad de los resultados de sus subordinados, son reacios a delegar tareas por temor a que se produzca un resultado negativo que no quieren asumir.

La responsabilidad no se delega, por tanto, es un error no querer delegar para no responsabilizarse del resultado. En las personas o se confía o no se confía, no hay término medio. Si no confías es porque no has delegado de la forma debida, simplemente tal como comentaba antes, es porque eres consciente te has limitado a soltar un marrón.

    7.- Dificultad para priorizar:

Muchos líderes se resisten a delegar porque no están seguros de qué tareas son las más apropiadas para delegar y cuáles deberían retener. Esto puede deberse a una falta de comprensión sobre la importancia de establecer prioridades y distribuir la carga de trabajo de manera efectiva.

Detrás de no delegar normalmente hay un líder poco organizado que pretende llegar a todo pero que no llega a casi nada. De ahí la imperiosa necesidad de priorizar tareas. Ya hablábamos de esto en un post de agosto de 2022 y que hablaba de un cuadrante para saber catalogar y priorizar las tareas.

Todo lo urgente y no importante, delégalo.

Queridos amigos del Blog!!!

Creo que hoy puedes tomar consciencia de algunas de las limitaciones que puedes tener a la hora de delegar. No delegar limita tu calidad de vida. No delegar limita también el crecimiento de tus colaboradores.

La delegación si se hace bien, ayuda al crecimiento y a un mejor desempeño de todos los miembros de un equipo. Esto influye directamente en un mejor resultado.

De ti depende delegar, puedes hacerlo o no hacerlo, pero si decides no hacerlo al menos no te quejes de que estás muy estresado o que no puedes con todo. Porque lo que te ocurre es el resultado de lo que has elegido hacer. Que no es otra cosa que no querer delegar.