A todos nos gustaría ser felices en el trabajo, pero la mayoría de las personas no lo son. Las estadísticas dicen que 8 de cada diez personas no son felices en su trabajo. Es un dato alarmante, en tanto en cuanto el objetivo vital de todo ser humano es “ser feliz” .
¿Por que no somos felices? Que gran pregunta ¿verdad? Todo el mundo no se ha podido equivocar de trabajo, todo el mundo no puede tener un jefe tóxico, todo el mundo no puede tener compañeros incompetentes y desagradables… Todas estas cosas y muchas más hacen que no seamos felices en nuestro trabajo, de esto no cabe duda, pero la felicidad laboral tiene una influencia externa, pero sobre todo una influencia interna. La felicidad es un estado interior, un modo de ver lo que nos acontece y nos toca vivir.
La mayoría de las personas no somos felices por que no nos han enseñado a ser felices. La felicidad no depende de lo que haces y lo que vives, depende de lo que sientes y de cómo afrontas lo que te toca vivir.
La felicidad laboral es una responsabilidad de la empresa y del trabajador, cuando ambas partes son conscientes de esto es cuando se da la circunstancia de la felicidad laboral.
La mayoría de las empresas son empresas inconscientes, que ni siquiera saben cuales son sus valores como empresas, están enfocada tan solo en el resultado y no en la persona, improvisan continuamente su modo de actuar y de sentir en función de lo que les va interesando.
Algunas incluso parecen tener inculcado como lema empresarial “ el fin justifica los medios”. En este tipo de empresas no se puede ser feliz.
En este momento si eres uno de esos trabajadores que están en este tipo de empresa, tu voz mental, esa que no calla te estará diciendo ;<< “ Esta es toda la verdad, yo no tengo culpa de que mi empresa sea así”>> ¿Escuchas eso?. Pues bien tengo un mensaje para ti. Si estas trabajando en este tipo de empresa, sal de ahí inmediatamente, esa es tu responsabilidad. Deja tu rol de víctima, deja de quejarte y busca una empresa mejor en la que te permitan ser feliz. Si mañana no encuentras una empresa mejor a la que ir a trabajar puedes descubrir una cosa bastante desagradable y no es otra que a lo mejor no eres ese trabajador tan meritorio que te cuentas a ti mismo.
¡Sí!, ya sabemos que “ la cosa esta muy mala para encontrar trabajo” pero los buenos, los mejores, siempre tienen ofertas medianamente interesantes. Si quieres cambiar de trabajo y no puedes quizás debas de tomar consciencia de que necesitas mejorar algunos aspectos profesionales para ser mas atractivo y poder cambiar.
Nuestro Ego es así, vemos todo aquello que nuestra empresa no hace bien, y llevamos razón en eso, pero somos incapaces de evaluarnos como empleados de la misma. La mayoría de las empresas tienen un acuerdo de mínimos y de mediocridad. Los trabajadores hacen lo mínimo para que no les despidan y las empresas pagan y reconocen lo mínimo para que no se vayan. En ese marco laboral no se puede ser feliz.
Los trabajadores se autoconvencen de su mediocridad con el argumento de que la empresa no lo valora, y que por eso hacen lo mínimo, las empresas también se autoconvencen ( algunas otras ni se lo plantean) con el argumento de que los trabajadores no se merecen su valoración.
No es fácil ser autocrítico, es duro reconocer que a lo mejor no soy tan buen trabajador como me creo o como demando. Siento decir que los trabajadores mediocres quedan atrapados en empresas mediocres, y ese tipo de empresas son empresas infelices. Si puedes salir hazlo mañana mismo, si no puedes, mejora todo lo que necesites para que puedas salir cuanto antes. A lo mejor en ese camino de crecimiento personal y profesional para tu salida, dando todo tu conocimiento tu compromiso y tu actitud cambias el prisma de lo que sucede. Quizás entonces la empresa empiece a plantearte no perderte y entrarás en lo que yo denomino el equilibrio laboral perfecto; Ser tan buen trabajador como para poder ir a una empresa mejor en cualquier momento y ser tan buen trabajador como para que la empresa te seduzca para que te quedes. Dentro de ese equilibrio reside la felicidad laboral.
No se si este post le va a gustar a tu «ego», pero recíbelo con la mente y el corazón abierto para poder tomar consciencia de cual es tu situación. La felicidad no depende de terceros, es tu responsabilidad, abandona el rol de víctima y saca el guerrero que llevas dentro. Así comienzas el camino a tu felicidad laboral.
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