Queridos amigos del blog!!!
Hoy vamos hablar de procrastinar. Como seguramente sabes, procrastinar es el hábito de retrasar actividades o situaciones que se deben atenderse. Pero… ¿Por qué hacemos esto? Quizás las principales causas sea el miedo y la pereza, pero para camuflar estos miedos y perezas las personas necesitamos de argumentos mentales. Argumentos de nuestra voz interior que intentan convencernos de que nunca es el momento adecuado para poder afrontar eso que debemos afrontar.
Cada tipo de argumento nos convierte en un tipo de procrastinador. El resultado es el mismo, no afrontar lo que tenemos por delante o retrasarlo innecesariamente, pero la forma de llegar a esa inacción viene ocasionada por distintos enfoques personales que en nuestro interior justifican la inacción.
Lo relevante de esto es que normalmente no somos conscientes de por qué procrastinamos y no hacemos lo que tenemos que hacer. Quizás el post de hoy te ayude a poder tomar consciencia de que es lo que te ocurre y de este modo tomar cartas en el asunto para que no ocurra más.
Vamos con los casos más típicos de procrastinadores, identifícate y cambia para que no estés anclado en la desidia y la inacción.
El perfeccionista.
El perfeccionista es aquella persona que entiende que si no está perfecto, o no lo entrega o no hace aquello que tiene que hacer. Desde el prisma del perfeccionista nada considera que está acabado o a la altura de lo que se espera del acto o de lo que sea, con lo que normalmente no entrega las cosas a tiempo. Las entrega cuando ya no tiene más remedio.
El perfeccionista es el eterno insatisfecho, lo primero porque la perfección no existe, lo segundo porque es muy subjetiva. Lo que puede ser perfecto para alguien puede ser considerado como un churro para otra persona.
Si eres de los perfeccionistas solo te diría que, ¡mejor hecho que perfecto!. Muchas de las búsquedas de la perfección terminan en trabajos inacabados o abandonados. No lo olvides, ¡mejor hecho que perfecto!
El ocupado.
El ocupado es aquella persona que procrastina con el argumento mental de que no tengo tiempo para poder hacerlo. Detrás de este argumento hay normalmente un miedo, una pereza o una forma de justificar algo que no queremos hacer.
Sin duda podemos estar muy ocupados, pero nunca se está lo suficientemente ocupado como para no hacer algo que tengamos que hacer. Eso es solo una excusa, es una forma de defendernos ante un posible reproche.
Cuando pienses que no tienes tiempo para algo, mira tu teléfono móvil, revisa los datos de tus tiempos de uso y en que lo usas y descubrirás que esta justificación no tiene sentido.
El soñador
El soñador es aquella persona que tiene una maravillosa imaginación, que es capaz de visualizar lo que quiere y como lo quiere, pero que falla a la hora de ponerse en acción y en plasmar aquello que imaginó y diseño en su mente.
Se regocijan en el diseño, en los preámbulos, en la planificación, de este modo no se ven obligados a ponerlo en marcha. Si eres de este tipo de procrastinador ten en cuenta que los sueños son solo sueños, a no ser que te pongas en marcha para poder cumplirlos.
El organizador extremo
El organizador extremo es parecido en mucha cosas al soñador del que hemos hablado en el anterior perfil. Organizan y planifican en exceso. Es la forma más fácil de no tener que empezar nunca porque de este modo siempre sienten y creen que están en la fase de planificar la estrategia de ejecución.
Y cuando la tienen y no hay más remedio que aplicarla, si pueden, intentan rediseñar de nuevo la planificación para quedarse aún en esa fase. Detrás de este perfil hay miedo a la ejecución, por eso lo fácil para no afrontarla es autoengañarse rediseñando.
El autosaboteador
Este perfil es el que siempre tiene un argumento para justificar su inacción. No me presento al examen porque no me lo se muy bien. No presento el CV en esa empresa porque seguro que mi perfil no encaja, no propongo a mi empresa una idea porque seguro que no es buena o ya la habrán pensado, etc.
El autosaboteador es esa persona negativa que justifica su inacción con argumentos que le convencen de no actuar pero que normalmente son personas que siempre se están quejando de su mediocridad. Tened cuidado con esto, normalmente somos nuestro peor enemigo.
El tirador de triples.
He titulado este perfil como el tirador de triples porque siempre me recuerda a ese jugador de baloncesto que lanza desde la línea de triples cuando la bocina está sonando. Cuando esto ocurre a veces el balón entra y puedes ganar el partido, pero muchas otras veces el balón no entra y te das cuenta que no te tenías que haber jugado la victoria en el último tiro.
Este perfil presenta las cosas mal y tarde, este perfil es el que se presenta al examen sin dormir porque estuvo toda la noche estudiando ya que iba muy atrasado en el estudio. Por tanto toma consciencia de si eres de este tipo de perfil y nunca olvides que a veces tirar el triple en el último segundo puede salir bien, pero la mayoría de las veces el balón sólo toda el aro.
El analista
Por último quiero mostraste el analista. Me he encontrado muchos directivos que tienen este problema. Se denomina la parálisis por análisis. Tardan mucho en tomar decisiones o directamente no las toman.
Detrás de este perfil hay lógicamente miedo, miedo al fallo, miedo al error, miedo al fracaso, miedo a la critica, etc.
El analista suele tirar también el balón sobre la bocina, pero normalmente ya es tarde y no consiguen ser competitivos. Intenta no sufrir la parálisis por análisis ya que nunca hay una justificación real para hacerlo.
Queridos amigos del blog!!!
Espero que este post os sirva para tomar consciencia de cual es tu causa para procrastinar. Hoy te he mostrado los 7 principales perfiles, pero me gustaría que reflexionaras sobre los dos tipos de grupos que hay. Están el grupo de los que procrastinan y el grupo de los que consiguen las cosas. ¡Tu decides!
Feliz semana!!!!