En el post de hoy vamos a hablar de generosidad. Tenemos asimilado el concepto de generosidad pensando que es nos desprendemos de algo que tenemos para dárselo a otra persona y que en ese momento nos quedamos sin eso que ofrecemos. En muchos casos es así. Pero la generosidad no es algo que das y pierdes, normalmente es algo que das y recibes en igual o mayor manera.
Al igual que el amor trae amor y la hostilidad trae hostilidad, la generosidad trae generosidad. Pero no somos conscientes de esto la mayoría de los casos.
Me gustaría poner un ejemplo que puede servir de ayuda para entender este concepto que pretendo explicar hoy. No hace mucho un gerente de una empresa bastante conocida en mi ámbito de acción me contrató para que intentara mediar entre su director comercial y su jefe de producción. Estos dos mandos intermedios tenían una pésima relación personal y esto estaba perjudicando seriamente a la empresa. Por supuesto le dije que sí. Es mi trabajo. En este caso el problema estaba en que como no se llevaban bien anteponían los intereses propios a los intereses de la empresa.
Al margen de que sus KPI estaban mal diseñados, al mirar sus intereses personales por delante de los intereses colectivos tomaban decisiones que perjudicaban incluso de forma indirecta a ellos mismos. Su KPI por el que recibían el incentivo más importante era común para ambos y no era otro que “bonus” por producto vendido. Como cada uno iba por su lado resulta que el departamento comercial vendía productos que no se podían producir o se producían tarde, por falta de material, por falta de tiempo, etc.… Y a su vez el departamento de producción producía o daba prioridad a producir bienes que no se vendían con lo que se acumulaban en un stock innecesario.
Tuve sesiones individuales con cada uno de ellos hasta que llegamos a la sesión conjunta. La clave estaba en conseguir que entendieran la necesidad de ejecutar el concepto y valor de la generosidad. Cada uno necesitaba entender que lo mejor para cada uno de ellos era ser generoso con el otro y priorizar sus necesidades. Descubrieron que su egoísmo les estaba perjudicando, que solo siendo generoso con las necesidades del otro departamento podían realizar en tiempo y forma la venta.
Esto ocurre a diario es muchas empresas, pero no solo en empresas, también en las parejas, en las familias, en los grupos de amigos, etc.
Un 1 + 1 por separado a veces ni siquiera da el resultado de 2, sin embargo un 1+1 unido siempre es más de 2. Para que el concepto de generosidad tenga sentido hay que tener claro qué no se trata de aplicar igualdad sino ecuanimidad, que además de no ser lo mismo, es este segundo concepto de ecuanimidad lo que proporciona la verdadera igualdad.
Ser generoso con los demás inspira a los demás a ser generosos con nosotros de forma involuntaria, de forma natural. La generosidad además nos aporta 4 beneficios que de enumero a continuación.
1.- Da sentido a lo que hacemos.
Aquellos dos mandos intermedios que os he puesto de ejemplo gracias a ser generosos con el otro le dieron sentido a su trabajo, entendieron que el sentido del comercial no era vender lo máximo si no podía servirlo a los clientes, eso acarreaba devoluciones o mejor dicho anulación de pedidos, entendieron también que el sentido del trabajo del jefe de producción no era producir cosas que no se vendían, eso era solo aumentar un stock que le producía perdidas a la empresa.
Tener una percepción generosa a ambos les posibilitó darse cuenta que su objetivo era ayudar a la empresa a ganar y eso no siempre es vendiendo o produciendo más. Es vendiendo o produciendo lo que se necesita en cada momento.
2.- Genera vínculos de calidad.
Ser generoso proporciona vínculos de calidad, solo de vínculos de calidad emanan los mejores resultados. Desde que estos mandos intermedios eran generosos en sus pensamientos y pensaban más en lo que necesitaba el otro para que todo saliera bien, su relación pasó de no soportarse a ser amigos. No era necesario que fuesen amigos, con que se respetaran hubiese sido suficiente, pero en este caso la generosidad afloró la amistad.
3.- Enseña a otros a ser generosos.
Nada inspira más que el ejemplo, ser generoso inspira a los demás a serlo también. Y esto ocurre en cualquier ámbito de la vida, una empresa, una familia o con tu pareja. Las relaciones entre personas de cualquier índole que solo dan para esperar algo a cambio están abocadas a la decepción y a intentar saldar deudas en algún momento.
4.- Ayuda a relativizar los problemas.
Cuando somos conscientes que otras personas están en una situación más desfavorable ayuda a relativizar nuestros problemas o preocupaciones, esto también incita a que seamos más generosos.
Muchas de las cosas de las que nos quejamos en nuestra vida, podríamos ser capaces de cambiar la percepción si buscásemos una situación más desfavorable que la nuestra. El otro día una persona me comentaba contrariada que este año por culpa el covid-19 no podría tener comida de empresa. Le comenté que quizás le ayudaría a darse cuenta y a relativizar su queja si pensase en la cantidad de personas que están en un ERTE o que directamente han perdido su trabajo…
Queridos amigos, dejemos de mirarnos el ombligo e intentemos ser generosos con los demás. La mayoría de las cosas con las que podemos ser generoso son gratis, una sonrisa para alguien que esta triste, un consejo para alguien que anda perdido con alguna encrucijada de la vida, un abrazo para alguien que necesita apoyo o cariño. Lo mejor de practicar la generosidad no es solo lo que aportas a los demás, es en realidad lo que estos actos ayudan a nutrir nuestro propio corazón.
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