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LAS 4 FASES DE LA DELEGACIÓN

Delegar es esa herramienta necesaria a la que muchos se resisten. Existen momentos profesionales en los que no queda otro remedio que delegar en otras personas tareas que ya no podemos o debemos realizar. Si eres una persona con cierta responsabilidad, con trabajadores a tu cargo y aun no delegas, háztelo mirar, porque tendrás algún obstáculo que te lo impide. Pueden ser muchos los motivos que te impiden delegar, puede ser miedo a enseñar a otras personas lo que tú sabes y no sentirte imprescindible si lo haces, o creencias erróneas como que nadie va a realizar algo tan bien como tú.

Las causas de la negativa a delegar son infinitas, debes determinarlas por ti mismo, pero eso sí, debes saber que, el no introducir en tu vida laboral la delegación, está limitando tus posibilidades de crecimiento como profesional, seguramente no llegas a tiempo a todas tus tareas, seguramente estas asumiendo tareas rutinarias que te impiden avanzar y tus pensamientos con respecto a la delegación son erróneos. Si por ejemplo crees, que al dar tareas a otras personas que tu no quieres hacer, pueden pensar que les estas soltando un “marrón” y que no las van aceptar de buen grado, estás equivocado, muy al contrario, es probable que vean una oportunidad de aprender, de formar un equipo contigo o de que su aportación va a permitir que te enfoques en esas tareas más acordes a tu cargo y que no realizas con la diligencia y premura que se espera de ti.

Por tanto el primer paso y que más cuesta es tomar la determinación de delegar. Una vez que esta decisión está tomada es el momento de saber cómo. Una mala delegación puede tener consecuencias más negativas que la propia no delegación, sobre todo porque no debemos olvidar que la responsabilidad no se delega, y los fallos o consecuencias de una mala delegación siempre van a ser nuestras.

Por tanto una perfecta delegación debe de realizarse cumpliendo estas cuatro etapas.

1.- YO HAGO TU MIRAS.

Si ya decidiste que vas a delegar una tarea que llevas realizando desde hace tiempo y que ahora el tiempo que te toma lo necesitas para realizar otra actividad, tendrás que convocar a la persona en la que delegas y ponerla a tu lado para que vea como realizas esa tarea que pronto asumirá ella.

Tú realizaras la tarea y la otra persona verá y aprenderá como la haces. Es la primera toma de contacto de la otra persona con esa tarea que va a asumir, no sabe nada aún, por eso le tendrás que decir como haces las cosas y cómo quieres que esa persona las haga también. Una vez asumidos los conceptos será el momento de pasar a la siguiente fase de la delegación.

2.- YO HAGO TU HACES.

La segunda fase es de trabajo conjunto, las dos personas realizan las tareas juntas. Es así como podrá valorar, la persona que delega, hasta qué punto a entendido su tarea la otra persona. También va a permitir determinar, cuando esa persona, que asume las tareas, está preparada para que realizarlas sin nuestra ayuda Hasta que llegue ese momento trabajaran ambas en esas tareas.

3.- TU HACES YO MIRO.

Tras la fase de trabajo conjunto es el momento de dejar sola a la persona en quien se delega. Dejar sola no significa darle las tareas y listo, sino que realizará las tareas ella sola, pero serán observadas por la persona que ejerce la delegación. Aquí la persona que delega supervisará las tareas de principio a fin para comprobar que las puede realizar por sí misma. Se podrá ver si sabe solucionar sus dudas del día a día, en definitiva si es capaz de realizar las tareas sin esa supervisión que se le está ejerciendo en esta tercera fase.

4.- TU HACES.

Llegó el momento de la ejecutar la delegación en la que hemos trabajado. Es el momento de dejar sola a la persona en la que hemos delegado, ya somos libres para utilizar el tiempo de esa tarea delegada en otra mejor para nuestros intereses y la de nuestra compañía. Pero no olvides algo que ya te dije en este post, la responsabilidad no se delega, por tanto esa tarea que la otra persona realiza, es de nuestra responsabilidad, de ahí la importancia de que la delegación se realice bien, con estas cuatro etapas y no a la ligera.

Mi último consejo en el día de hoy, si ya hiciste lo más difícil, que es tomar la decisión de delegar, por cierto algo de lo que no te arrepentirás, es el momento de realizar las cuatro etapas que te muestro con respecto a la delegación. Es así como conseguirás una buena y efectiva delegación.

Feliz semana!!!!.