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¿Qué deben estudiar nuestros hijos? 4 consejos que tienes que tener en cuenta.

Hace pocos días los hijos de muchos amigos estaban nerviosos con el examen de la EvAU, lo que mi generación conocía como selectividad. Es entonces cuando reflexioné sobre este post. Después de más de 20 años como director de RR.HH. y en los últimos 7 como coach ejecutivo he visto infinidad de profesionales que se equivocaron en su profesión o incluso lo que es peor le obligaron a equivocarse. El resultado de esta equivocación además de arrastrarte toda la vida te impide en la mayoría de los casos realizarte profesionalmente y lo peor de todo ser feliz.

Es cierto que la vida nos pone decisiones demasiado importantes y demasiado transcendentales cuando aun no somos lo suficientemente maduros para tomarlas. ¿ciencias o letras? ¿qué carrera estudiar? Y una vez que terminas… ¿a qué me quiero dedicar?… ¿Funcionario, empleado cuenta ajena o emprendedor?…

¿Que ocurre entonces? Que al estar tan perdidos nos dejamos en ese momento influenciar por nuestros miedos y por nuestro entorno bien sea familiares y amigos. También somos cortoplacistas y no somos capaces de mirar esa profesión que elegimos a largo plazo. Que importante para nuestra decisión sería hacer el ejercicio de imaginarnos durante los próximos 40 años haciendo eso que vamos a elegir.

Es por eso que en el post de hoy me gustaría daros 4 consejos para cuando os encontréis en esta situación de tener un hijo o hija en esa incertidumbre de tener que escoger el camino que determinará su vida.

No traslademos a nuestros hijos nuestras frustraciones.

Los padres intervenimos siempre con la mejor de las intenciones, sobretodo viendo lo perdidos que nuestros hijos están en la mayoría de los casos. Pero sin darnos cuenta intentamos influenciarles hacia un camino u otro en función de nuestra percepción y sobre todo de nuestras experiencias y frustraciones.

Son muchos los casos en los que intentamos inculcar esa profesión que nos hubiera gustado ser y no fuimos. Sin preguntarles si eso les gusta, si eso les apasiona, si eso es lo que realmente les puede hacer sentir realizados.

Tuve una vez un cliente del gabinete de coaching que me contrató porque tenía este problema. Estudio medicina, tenía un expediente académico brillante, con dos especialidades incluso, pero no le gustaba. El que realmente quería ser medico era su padre y “obligo” a estudiar medicina para inconscientemente saciar de ese modo su frustración. Esta persona lo que realmente le apasionaba era la docencia y por este motivo llegó a mi. Trabajamos para poder reinventarse y lo consiguió. Transformo sus conocimientos en medicina en una academia online donde prepara a futuros médicos para aprobar el MIR.

Esta persona supo reinventarse y enfocar su profesión hacia su pasión. ¿Pero cuantas personas quedan atrapadas en una profesión que no solo no les gusta sino que odian?

Por eso creo que debemos ayudar a nuestros hijos a que indaguen sobre aquello que les apasiona y no inculcarles algo que solo nos gusta a nosotros.

La realidad de hoy no es la de mañana.

Ser cortoplacista en la elección y en nuestros consejos es un suicidio laboral. Nuestros hijos tienen por delante en el mejor de los casos 45 años para desarrollar su profesión. Es más, siento decir que muchas de las profesiones que se están estudiando en este momento en las universidades no van a existir el día de mañana al menos no de la forma que las entendemos ahora.

Por eso debemos de analizar esos estudios y esa profesión que derivan de esos estudios a largo plazo, a 50 años vista. Preguntaros cosas como ¿como puede evolucionar este sector? ¿ que demandará la sociedad del futuro? ¿Qué profesiones derivan de tales estudios? ¿Qué grado de adaptabilidad a otros campos tienen estos estudios? Etc.

Deben dedicarse a aquello que les apasione o aquello que se les de bien.

Si ya tenemos claro lo difícil que es saber como van a evolucionar la sociedad y las distintas profesiones, esta es la razón fundamental para pensar que es el momento de poder acertar en algo de forma segura. Nuestros hijos tienen que elegir aquella profesión que les apasione o que se les de bien.

Esto es importante porque de esta forma van a ser buenos en lo que elijan y si somos buenos en lo que elegimos entonces no vamos a tener ningún tipo de problema el día de mañana. Nunca olvidéis esta frase; “no hay carreras con salidas hay personas con salidas”. Intenta ser de los mejores en algo y no tendrás problema alguno en el plano laboral a lo largo de tu vida.

Estudien lo que estudien deben desarrollar su marca personal.

Por ultimo y al hilo del consejo anterior, sea lo que sea a lo que se dedique tu hijo o hija tienes que inculcarle que va a desarrollar su profesión en un momento en el que la marca personal es fundamental para su éxito laboral.

Ya hemos explicado muchas veces en este blog lo importante que es para las generaciones futuras esto de la marca personal. El futuro no va a demandar títulos sino habilidades. ¿qué sabes hacer?. Los títulos ya no son relevantes se dan por supuestos, sobran universitarios, la verdadera diferencia la va a marcar las habilidades sociales ( liderazgo, dotes de comunicación, empatía, trabajo en equipo, carisma, inteligencia emocional, entre muchas otras), también habilidades especificas necesarias para el puesto en cuestión.

Esto no se lo da la titulación que obtengan, de ahí la importancia de que construyamos este tipo de profesionales, a día de hoy todavía las universidades empujan al mundo laboral profesionales apiporrados a teoría pero analfabetos emocionales y por eso sufrimos en el trabajo, por eso somos infelices, por eso no disfrutamos siendo nuestra mejor versión. Es triste pero mucho de los procesos de coaching que desarrollo con directivos es por esta causa, detrás de la causa de mi contratación siempre hay algún tipo de infelicidad o frustración que intenta subsanar.

La teoría, los cálculos, los desarrollos de proyectos y muchas cosas más, van a estar en manos de robot, que aplicarán la teoría perfecta y desarrollarán trabajos perfectos. Esto no es el futuro esto es ya el presente, por tanto seamos sensatos hagámonos a la idea de la era laboral que viene y desarrollemos nuestro mundo emocional, la imaginación, la creatividad, cosas como estas son lo único que nos va a diferenciar de las maquinas y lo único que no van a poder suplantar.

Por tanto ayudemos a nuestros hijos a descubrir su vocación y su talento. Será esto una de las mejores cosas que hagamos por ellos.